La noticia sale en todos los medios, genera distintas reacciones a favor y en contra. (Como si estar a favor o encontra modificara una realidad apalancada en el puro deseo de ser familia) Las preguntas se repiten en todos los casos ¿Cómo puede ser? ¿A dónde iremos a parar?
En la superficie, un discurso que se expresa reaccionario, la búsqueda de mantener la tradición, la familia y la propiedad. Ese personaje, llamémosle... a ver... personaje Maurizio dice:
- ¡Cómo me tranquiliza saberme mayoría! ¡Cómo me tranquiliza juzgar al otro distinto! ¡Qué paz me da discutir sobre los derechos de las minorías! -
Superando la piel y ocupándosé de los pliegues que genera la articulación de la superficie, un sinnúmero de preguntas y de morbo que nos inquieta. ¿Cómo se es madre o padre con estos nuevos rituales sociales dónde el género ya no es lo mismo que el sexo? ¿Cúales son nuestros nuevos estereotipos? ¿Cómo se construye la nueva normalidad? ¿Cómo será ser hijo de Flor y de su marido Pablo? ¿Cómo será esa cotidianidad?
Vuelve Maurizio, el personaje de superficie, desplegando paranoia:
-¿Y si Paul e Isabella son alumnos míos? ¿Y si hacen deporte en mi club? ¿Y si mis hijos se hacen amigos de ellos? ¿Si van de viaje de egresados con mis sobrinos? ¿Si algúno de ellos se enamora de alguno de los míos? ¿A dónde iremos a parar? ¿Hasta dónde me exigirán adaptarme estas minorías? ¡Quiero estereotipos ya!
- ¿Y si no qué?
Digo yo, Gabriel, Gaby, el dramaturgo de Monoparental que trata de reflexionar en la obra sobre todas estás cosas: -¡Qué época maravillosa que nos tocó vivir! ¡Quiero más de esto!
Transcribo una de las notas que apareció sobre el tema en www.onlinebaires.com
(SIN FIRMA)Travesti argentino adopta en EE.UU
Tras la noticia del nacimiento de los mellizos otorgados a Flor de la V, Paul Alexander e Isabella, -a través del alquiler de vientre- se dan a conocer las primeras fotos de los bebes junto a sus padres.
Por culpa de la inexistencia de una ley de adopción un reconocido/a travesti argentino/a, Florencia de la V, se ve obligado/a a emigrar a EE.UU. para adoptar dos inocentes niñitos.
Como sabemos Florencia Trinidad, nacida como Roberto Carlos Trinidad, en Monte Grande, provincia de Buenos Aires, el 2 de marzo de 1975, es un actriz y vedette argentina/o. En 2010, tras un fallo judicial ante una acción de amparo presentada por el equipo jurídico de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), logró cambiar su nombre legalmente, siendo el primer travesti argentino en lograrlo sin que su condición sea considerada una patología (datos textuales sacados de Wikipedia).
Gracias a la legislación argentina, el 25 de noviembre de 2010 la jueza Elena Liberatori dictó un fallo que establece el cambio de nombre y de sexo en el DNI. El nombre que figura en los nuevos documentos es el de Florencia Trinidad, manteniendo su apellido paterno.
La actriz/el actor, el martes 28 de Junio de 2011 cumplió uno de sus sueños al contraer, con su documento femenino, matrimonio por civil con su pareja Pablo Goycochea, que se encontraba afectado por una parálisis facial que le impedía mover parte de la cara, en una ceremonia que se llevó a cabo en el Registro Civil del barrio porteño de Palermo.
Ambos fueron padres (en sentido estricto) de mellizos a través de un vientre alquilado en los Estados Unidos.
Ahora bien, debido a que en la Argentina no hay una ley de adopción razonable, Florencia de la V debió recurrir a los Estados Unidos.
¿Cómo puede ser? ¿Adónde iremos a parar?
Además aparece al principio de la nota
y un solo comentario de un tal Matías Quesada: "Que bicho repugnante"
